En estos últimos meses y en especial semanas, nos hemos acostumbrado a que las noticias con que abren los telediarios y las portadas de los periódicos, y no me estoy refiriendo en exclusiva a los económicos, sea la nueva subida o bajada histórica del IBEX-35.
Actualmente estamos en una clara fase bajista del ciclo, acompañada de una elevadísima volatilidad, la pregunta que nos aventuramos a responder desde estas páginas es: ¿Qué factores justifican la elevada volatilidad?, ¿Por qué en tan solo once meses el IBEX ha pasado de los 16000 puntos a los 8000 actuales?, ¿Es previsible que continúen las caídas?
Antes de pasar a responder directamente las preguntas, es necesario comprender cuales son los factores que determinan la evolución de la bolsa. En la bolsa de valores se fija el precio de cotización de las acciones, dado que los índices bursátiles están formados por diferentes acciones, su valor vendrá determinado por el precio de las que lo componen. Por tanto para entender la evolución de la bolsa debemos comprender aquellos hechos que afectan al valor de las acciones que las componen.
Una acción representa una participación en el capital de una empresa. Los accionistas las adquieren porque esperan obtener unos rendimientos, de manera que a mayor rendimiento mayor será su atractivo, su demanda y su precio o cotización.
Por tanto la siguiente pregunta lógica a responder es: ¿Cuál es el rendimiento de una acción? La rentabilidad proviene de dos fuentes; de los dividendos, es decir de los beneficios que reparte la empresa, y del incremento en el precio de la acción, el cual hace que si ésta se vende se obtengan plusvalías.
El problema es que las dos fuentes de rentabilidad son acontecimientos que se producirán en gran medida en el futuro, de hecho únicamente conoceremos los dividendos anunciados por la empresa, por tanto la rentabilidad es un valor desconocido que hay que estimar, para decidir si nos interesa invertir nuestro dinero en la empresa que estemos considerando, o en un índice genérico.
Dado que la bases objetivas sobre la que fundamentar nuestras estimaciones de beneficios no son muy sólidas (el futuro es incierto), y es necesario predecir la evolución futura de las empresas como paso previo a la decisión de invertir en una empresa o índice, una parte muy sustancial de esa predicción, se efectúa en función del pesimismo u optimismo prevaleciente en el mercado, los denominados por el gran Keynes como animal spirits.
Ahora ya estamos en condiciones de responder a las preguntas planteadas al principio de estas líneas: ¿Qué factores justifican la elevada volatilidad? , al estar inmersos en un entorno de crisis con una elevada incertidumbre, con actuaciones sorpresivas por parte de los poderes públicos (planes de rescate, concertación por parte de los bancos centrales…), y con nuevos datos económicos cada día que pasa, las expectativas sobre las rentabilidades de las empresas cambian de forma abrupta, lo que lleva a los índices a experimentar elevados vaivenes.
¿Por qué en tan solo once meses el IBEX ha pasado de los 16000 puntos a los 8000 actuales? Por el grave empeoramiento en las expectativas de beneficios de las empresas.
¿Es previsible que continúen las caídas? Lo es. Recordemos que la anterior crisis, la conocida como crisis de las .com, hizo que el IBEX pasara de los 12.000 a los 6.000 puntos, es decir una caída del 50%. Esta crisis es mucho más grave, tanto a nivel global como para España, por lo que no deberíamos extrañarnos si el índice pierde más del 50% actual.
Actualmente estamos en una clara fase bajista del ciclo, acompañada de una elevadísima volatilidad, la pregunta que nos aventuramos a responder desde estas páginas es: ¿Qué factores justifican la elevada volatilidad?, ¿Por qué en tan solo once meses el IBEX ha pasado de los 16000 puntos a los 8000 actuales?, ¿Es previsible que continúen las caídas?
Antes de pasar a responder directamente las preguntas, es necesario comprender cuales son los factores que determinan la evolución de la bolsa. En la bolsa de valores se fija el precio de cotización de las acciones, dado que los índices bursátiles están formados por diferentes acciones, su valor vendrá determinado por el precio de las que lo componen. Por tanto para entender la evolución de la bolsa debemos comprender aquellos hechos que afectan al valor de las acciones que las componen.
Una acción representa una participación en el capital de una empresa. Los accionistas las adquieren porque esperan obtener unos rendimientos, de manera que a mayor rendimiento mayor será su atractivo, su demanda y su precio o cotización.
Por tanto la siguiente pregunta lógica a responder es: ¿Cuál es el rendimiento de una acción? La rentabilidad proviene de dos fuentes; de los dividendos, es decir de los beneficios que reparte la empresa, y del incremento en el precio de la acción, el cual hace que si ésta se vende se obtengan plusvalías.
El problema es que las dos fuentes de rentabilidad son acontecimientos que se producirán en gran medida en el futuro, de hecho únicamente conoceremos los dividendos anunciados por la empresa, por tanto la rentabilidad es un valor desconocido que hay que estimar, para decidir si nos interesa invertir nuestro dinero en la empresa que estemos considerando, o en un índice genérico.
Dado que la bases objetivas sobre la que fundamentar nuestras estimaciones de beneficios no son muy sólidas (el futuro es incierto), y es necesario predecir la evolución futura de las empresas como paso previo a la decisión de invertir en una empresa o índice, una parte muy sustancial de esa predicción, se efectúa en función del pesimismo u optimismo prevaleciente en el mercado, los denominados por el gran Keynes como animal spirits.
Ahora ya estamos en condiciones de responder a las preguntas planteadas al principio de estas líneas: ¿Qué factores justifican la elevada volatilidad? , al estar inmersos en un entorno de crisis con una elevada incertidumbre, con actuaciones sorpresivas por parte de los poderes públicos (planes de rescate, concertación por parte de los bancos centrales…), y con nuevos datos económicos cada día que pasa, las expectativas sobre las rentabilidades de las empresas cambian de forma abrupta, lo que lleva a los índices a experimentar elevados vaivenes.
¿Por qué en tan solo once meses el IBEX ha pasado de los 16000 puntos a los 8000 actuales? Por el grave empeoramiento en las expectativas de beneficios de las empresas.
¿Es previsible que continúen las caídas? Lo es. Recordemos que la anterior crisis, la conocida como crisis de las .com, hizo que el IBEX pasara de los 12.000 a los 6.000 puntos, es decir una caída del 50%. Esta crisis es mucho más grave, tanto a nivel global como para España, por lo que no deberíamos extrañarnos si el índice pierde más del 50% actual.
2 comentarios:
Muy interesante Eduardo, ya veo que eres un "bear" convencido...aunque si vemos a Santander con un PER 4,95 y lo normal sería sobre un PER 10 (supone un rentabilidad sobre el capital del 10%), el mercado ya ha descontado una reducción del beneficio del 50% en dicha entidad respecto a la previsión 2008, no es suficiente? aun será más? Dios nos asista, y tú, bajista que eres un bajista...
Carlos en relación a Santander tienes razón que un PER 4,95, es decir una rentabilidad sobre el capital del 5% es una reducción sustancial, quizas la tasa de descuento futuro de los beneficios sea en realidad mayor del 5%, pese al aumento de la tasa de morosidad hasta el 2%, la exposición en latinoamerica.... de todas formas creo que ahora el mercado se encuentra dominado más por los elementos subjetivos del pesimismo preponderante, que por valoraciones "objetivas". No obstante espero que tus augurios sean los que observemos en la realidad ¿Será que el pesimismo se ha adueñado tambien de mí? o será que tú estás muy optimista y por tanto estas en el bando de los alcistas jeje alcista que eres un alcista:), el tiempo lo dira....
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