miércoles, 31 de diciembre de 2008

Política monetaria y relajamiento cuantitativo.


Desde que en EEUU se estableciera un tipo de interés oficial de entre el 0 y el 0,25, algunos comentaristas afirman que la Reserva Federal se ha quedado sin munición con la que estimular a la economía. Realmente desde una política monetaria ortodoxa esto es cierto, ya que el instrumento principal en que se basan la práctica totalidad de los Bancos Centrales en la actualidad, en los países ricos es el tipo de interés, y no la cantidad de dinero, dada la mayor dificultad de controlar esta última motivado, por la continua innovación financiera, así como por la menor conexión relativa existente entre la cantidad de dinero y la actividad económica en el coto plazo.

Pero la actual situación ha hecho que Ben Bernanke afirmara con presteza que no se había terminado la munición y que en la recamara quedaba todavía recurrir a la llamada quantitative easing o relajamiento cuantitativo, que supone incrementar la base monetaria del Banco Central, mediante la compra de activos financieros, es decir, darle a la maquina de hacer billetes, para inyectarlos a la economía con el objetivo de estimular la demanda y evitar la temida recesión. Los activos financieros que adquirirá serán cédulas hipotecarias, titulizaciones respaldadas por préstamos hipotecarios y deudas de agencia y otros activos financieros incluidos títulos de deuda pública.

Lo que me gustaría destacar es de que depende el impacto de la política de relajamiento cuantitativo, sobre la demanda agregada y el nivel de precios. Para ello debemos tener presentes dos elementos, el multiplicador monetario y la ecuación cuantitativa del dinero. El multiplicador depende de la relación efectivo depósitos y del coeficiente de caja, quedando definido de la siguiente manera: OM= (1+e/a+e)BM. Siendo

-OM la oferta monetaria, es decir la totalidad de dinero que hay en la economía, constituido principalmente por los depósitos a la vista y el efectivo en manos del público.
-BM : la base monetaria, compuesta por el efectivo en manos del público y los activos de caja de las entidades bancarias.
-e: Relación efectivo depósitos
-a: Coeficiente de caja, es decir el porcentaje que suponen los activos de caja de los bancos en relación a los depósitos.
La actual crisis ha aumentado la relación efectivo depósitos, dada la mayor desconfianza en el sistema financiero, también ha incrementado los activos de caja, ya que las entidades bancarias por motivo precaución, por la crisis economica, el aumento futuro de la tasa de mora y para poder hacer frente a los vencimientos de deuda futuros restringen el préstamo y aumentan sus activos de caja. Por tanto el multiplicador monetario ha descendido (en un futuro artículo pondremos negro sobre blanco los datos del antes y del después, aquí efectuaremos únicamente un análisis cuantitativo). Por lo tanto el aumento de la base monetaria ha impactado de manera más reducida en la oferta monetaria, e incluso si la disminución del multiplicador es mayor que el aumento de la base monetaria efectuada por los bancos centrales, la cantidad de dinero podría haber disminuido.

El otro elemento a tener en cuenta es la ecuación cuantitativa del dinero, ya que esta relaciona la oferta monetaria con el nivel de precios en el medio y largo plazo, asimismo a partir de la ecuación cuantitativa se puede obtener una curva de demanda muy simple, de forma que una mayor oferta monetaria desplazará la curva de demanda hacia la derecha.
Ecuación cuantitativa:

MV=PY
Siendo;

M: oferta monetaria
V: velocidad de circulación del dinero
P: nivel de precios
Y: PIB real.

La velocidad de circulación del dinero se define como el número de veces que una unidad monetaria tiene que cambiar de manos para satisfacer el conjunto de las compras en una economía, en la situación actual y dada la situación actual de desconfianza, exceso de endeudamiento, recesión, caída en la inflación, la velocidad de circulación disminuye, por lo que el incremento en la oferta monetaria con el objetivo de incentivar la demanda y alejarse de un escenario de deflación, pueden verse frustrados por la caída en la velocidad. En un próximo artículo prometo intentar efectuar un análisis cuantitativo, but now I’m in a hurry.

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